lunes, 11 de agosto de 2014

Día de lluvia y poesía.

Alguien ha dibujado gotas en mi ventana.
Ha trastocado el velo blanco del aire
y lo ha casado con colores de hielo.
He salido al porche
y me he encontrado con nadie,
que ha quemado mis pulmones.
Por culpa de un cristal
derramo palabras sobre la alfombra
y apago el fuego de leña,
consumiéndome
entre sinestesias.
Me he convertido en un reloj
esclavo de las horas que nunca
devuelven nada.
Me he convertido
en un tiempo atemporal entre mis versos.
Ellos toman mi aliento,
yo tomo su sentido
y nos deshacemos en suspiros
vacíos de silencio
y hartos de embriaguez.
El dibujo es imborrable,
y las palabras impronunciables.
A veces me harto
de quedar sumergida
entre gotas de mentira.