miércoles, 9 de abril de 2014

Dónde.

Tenemos 
voces que nos despistan del camino
atrapado entre verdes.
Senderos inconcluyentes
amenizados de la discordia
que nos salva de estar
sobrios. 
Vientos
que trasladan tierra,
tierra que nos engulle
en paisajes utópicos.
Realidad, paso
a la disonancia.
Estrellas que nos pierden,
nubes que nos ralentizan,
noches que nos fatigan.
Somos
esquirlas desalmadas
en un mundo de tinta.
Tinta derramada.
Agua que nos diluye
y borra las pisadas
de nuestra historia
aún no escrita.
Nos llamamos,
y nos perdemos.
Nos perdemos,
nunca encontrados.